Los pensamientos y su relación con el estrés laboral

por | Abr 13, 2021 | Bienestar organizacional, Inteligencia emocional, Liderazgo consciente, Manejo del estrés

El estrés laboral puede tener su raíz en una causa poco atendida en las organizaciones.¿Sabes cuál es? 

La respuesta reside en los pensamientos

A continuación compartiremos información sobre  la naturaleza de los pensamientos disfuncionales, sus consecuencias en el ámbito laboral y cómo lidiar mejor con ellos con el fin de disminuir el estrés, mejorar las relaciones laborales e incrementar el bienestar organizacional.

 

 

¿Qué son los pensamientos disfuncionales?

El concepto de pensamientos disfuncionales fue propuesto por Aaron T. Beck, renombrado psiquiatra y profesor estadounidense. Según Beck, los pensamientos disfuncionales son el resultado de distorsiones cognitivas y de malas interpretaciones del entorno y de las situaciones. Estas interpretaciones erróneas engendran pensamientos que alejan de la realidad objetiva y carecen de evidencias. Menciona que existe una relación entre los pensamientos de la persona, sus emociones, los sentimientos que experimenta y sus conductas.

Algunos ejemplos de pensamientos disfuncionales pueden ser: “Ese comentario era una indirecta para mi”, “Mis colaboradores nunca me ayudan”, “No contesta mis correos, estoy seguro que le caigo mal” ,  “Si no lo hago yo, saldrá mal” o “Mi exposición salió fatal”.

Con el tiempo, estos pensamientos erróneos se pueden volver creencias: “No  tengo el nivel”, “Jamás podré ser promovido“, “Todo me sale mal”. Esos pensamientos desencadenan emociones aflictivas que a su vez pueden generar conductas maladaptativas dentro y fuera de la oficina. 

 

Características de los pensamientos disfuncionales

Podemos resumir las características de los pensamientos disfuncionales de la siguiente manera:

  • Automáticos y compulsivos: Surgen de manera involuntaria, espontánea y recurrente.
  • Específicos: Son mensajes muy concretos.
  • Exageran y distorsionan la realidad.
  • A pesar de ser irracionales la persona los cree.

 

Relación de los pensamientos disfuncionales con el estrés

Los pensamientos disfuncionales pueden ser una de las principales causas del estrés y de la falta de resiliencia. Con sólo pensar “Llegó tarde para perjudicarme”, “Deberían haberlo dicho antes”, “esta crisis nunca va a acabar”, puede generar estrés. 

Los pensamientos disfuncionales son también la principal razón por la cual seguimos estresados o con carga emocional horas después de que un acontecimiento haya terminado. Es lo que llamamos rumiación: Darle vueltas una y otra vez a nuestros problemas. El seguir pensando en una situación pasada hace que el estrés perdure en el tiempo.

 

Las consecuencias en el ámbito laboral

Los pensamientos disfuncionales nos hacen adoptar una perspectiva parcial o errónea de las situaciones. Pueden detonar nuestras emociones, nuestros comportamientos e implican una respuesta fisiológica, lo cual puede afectar varias áreas del ámbito laboral:

Desempeño. Los pensamientos disfuncionales influyen de forma directa en el rendimiento, la capacidad de concentración y de toma de decisiones ya que pueden provocar bloqueo mental, inseguridad, sensación de incapacidad o falta de motivación.

Agotamiento emocional (Burnout). Por su naturaleza recurrente, los pensamientos disfuncionales hacen que el estrés se vuelva crónico y se desarrolle el síndrome de agotamiento ocupacional (burnout), cuyas consecuencias pueden reflejarse en  cansancio mental y físico, falta de motivación, depresión y ansiedad. 

Conflictos interpersonales. Los pensamientos disfuncionales pueden provocar irritabilidad, construir ideas equivocadas en cuanto a las intenciones de los demás o favorecer una malinterpretación de las situaciones, y de ahí generar conflictos muchas veces innecesarios.

Clima laboral.  Los pensamientos disfuncionales pueden generar emociones tóxicas que poco a poco pueden mermar el ambiente y el bienestar laboral de toda la organización.

 

 

¿Cómo lidiar mejor con los pensamientos disfuncionales en las organizaciones?

En caso de extrema afectación, se puede recomendar a los colaboradores que acudan a expertos de la salud tales como los psicólogos. Pero de manera general, las organizaciones pueden recurrir a servicios y talleres que incluyen herramientas para cambiar los patrones de pensamiento, de modo que se obtenga la modificación del comportamiento y el estado emocional.

Son procesos que requieren cuatro pasos fundamentales:

Tomar conciencia de ellos. Identificar los pensamientos disfuncionales y hacerse consciente de ellos. Sin darnos cuenta de su existencia, no se pueden cambiar.

Identificar qué los detona. Los humanos somos seres muy repetitivos, los procesos relacionados con los pensamientos disfuncionales respetan ciertos patrones. Al reconocer los patrones y detonadores de esos pensamientos podremos evitarlos o actuar antes de que  surjan.

Analizarlos y cuestionarlos con el fin de tener una visión menos distorsionada  y más objetiva de las situaciones, lo que permite desarrollar una perspectiva más completa y amplia.

Actuar. Elaborar un plan de acción para pasar del análisis a la acción y generar cambios sostenidos. 

 

Daniel Goleman, renombrado psicólogo y autor del libro “la inteligencia emocional”, escribe lo siguiente: “Los pensamientos obsesivos son la leña que alimenta el fuego de la ira, un fuego que sólo podrá extinguirse contemplando las cosas desde un punto de vista diferente”. 

Manejar el estrés, mejorar el clima laboral, el bienestar organizacional y el desempeño requiere proveer a los colaboradores de las herramientas de conciencia emocional, de desarrollo de una mente que discierne y de elaboración de acciones muy concretas, con el fin de desarrollar una perspectiva más amplia de las situaciones. 

¿Ya tienes definido tus planes para desarrollar una mente que discierne en tus colaboradores?

 

David Pons – Director fundador de neolíderes.
davidpons@neolideres.com

Mi más sincera gratitud por mis mentores, maestros, profesores, familiares, mi esposa y todas las condiciones favorables sin los cuales no pudiera haber escrito y compartido este artículo.

Artículos recientes